3 hábitos financieros que nos ponen la soga al cuello
Si bien, existen personas con muy buenos hábitos y manejo de su economía, a lo largo de mi experiencia como coach financiero, he identificado aquellos malos hábitos que han llevado a otras a ahorcarse solitas, afectando su salud financiera de forma considerable. ¡Si quieres aprender a ubicarlos y evitarlos a toda costa, sigue leyendo!
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Pagar por cosas que no usas
¿Has revisado las subscripciones que pagas? ¿Realmente las usas todas? La mayoría de los servicios que contratamos por medio de subscripciones se cobran automáticamente y sin darte cuenta, estás pagando por algo que muchas veces ya ni consumes.
Malos hábitos como pagar el servicio del cable cuando ni ves la televisión, pagar el teléfono de tu casa cuando haces todas tus llamadas con tu celular, ¡ah! y qué tal cuando pagas todo el año de gimnasio porque “ahora sí te vas a poner las pilas” y terminas yendo sólo uno o dos meses.
O ejemplos más sencillos, ¿cuántos libros tienes por leer y aun así compras más? ¿Cuánta ropa has usado pocas veces o hasta con etiqueta sigue escondida en tu closet y compras más? Todos estos descuidos se convierten en una carga para tu cartera y en gastos que se pueden evitar para no echar tu dinero a la basura.
2. Comprar a meses sin intereses
Lo hemos dicho una, dos, tres… ¡Y lo diremos mil veces más! Las tarjetas de crédito son del diablo, y una de las principales causas por las que nos ahogamos en deudas.
Los meses sin intereses son super nocivos para nuestra salud financiera. Pudieras percibirlo como una ventaja (nop), porque “te quita” esa carga de pagar de golpe al comprar, pero esta misma característica, es la que nos incita a que “se nos haga fácil” y terminamos consumiendo más y más en gustos y lujos que no son indispensables para vivir.
“¿Qué son 200 pesos al mes?”…
Al usar los meses sin intereses, se elimina la culpabilidad del gasto, tu razonamiento te dice que no lo estás haciendo mal (es un costo distribuido en varios meses que no te pesan) y te hace sentir más desprendido con tu cartera. Sin embargo, toma en cuenta que este dinero no te pertenece, y que en algún momento tendrás que devolverlo, por lo que en realidad sólo estamos aplazando lo inevitable, entrando a un compromiso en el cual ni siquiera existe la seguridad de que el día de mañana tendremos la posibilidad de pagarlo.
3. Elevar tu “estilo de vida”
¿Sabías que, en promedio, el mayor porcentaje de los ingresos de un mexicano se van entre pagar los créditos de un coche y de una casa? Estas deudas son adquiridas como sinónimo de “estatus”, de “comodidad” y de “reconocimiento”. El mayor problema, es que estos se basan en apostar todo el patrimonio de una persona en activos no productivos, que, en vez de acercarnos a la independencia económica, ¡nos alejan!
¿Por qué?
Primero, sacan dinero de nuestra bolsa ya que nos cuesta mantenerlos. Y segundo, en el 80% de los casos, se adquieren a crédito.
Esta combinación de factores hace que tengas que elevar considerablemente tu gasto por decisión propia, y hay de dos:
- Ir haciéndote de tus cosas poco a poco, ir ahorrando y mejorando el nivel de tu vehículo o casa conforme a tus posibilidades.
- Endeudarte con un coche de agencia o con una hipoteca a muchos, muchos años.
La única diferencia entre estos dos puntos consiste en esperar para poseerlo.
Al darle prioridad al estatus o al ego que estos activos representan, estás dispuesto a tirar o a destinar la mayor parte de tus ingresos para pagarlos. Lo más probable es que te vayas a meter en problemas con tus finanzas llevándose el 30% de tus ingresos… o más.
¿Tienes alguno de estos hábitos financieros que te llevarán a la ruina (si no es que ya estás)? Obsérvalos, atiéndelos y ¡elimínalos para siempre! Nosotros te ayudamos.