¿Cansado de que tu aguinaldo se esfume en posadas, intercambios y en la cena navideña?
¿Por qué gastamos todo nuestro aguinaldo año con año?, ¿Cómo hemos terminado con el ropero lleno de regalos navideños que muchos de ellos ni siquiera usamos?, ¿Por qué empezamos enero siempre sin dinero? Y no obstante nos gastamos el aguinaldo en su totalidad en ocasiones seguimos pagando muchos de los regalos que dimos el año pasado en meses sin intereses. Los regalos de nuestros hijos al paso de unos días terminan olvidados en una esquina.
En mi experiencia he visto que en promedio la gente gasta el 50% de su aguinaldo en regalos e intercambios, eso quiere decir que nos vamos a gastar la cantidad de $400,000 pesos en regalos de navidad.
Haz tus propias cuentas y te darás cuenta de que es hora de cambiar la forma en la que administras tu aguinaldo.
A continuación te mencionamos algunos hábitos que te hacen terminar con tu aguinaldo y algunos consejos para no caer en la trampa:
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Carlos recibe un jugoso aguinaldo y lleva a su familia a comprarse ropa, a comprar los regalos de los intercambios en los que participa su familia. Con el resto, hace una gran fiesta de Navidad y fin de año, y así surge el concepto de “la cuesta de enero”.
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Ernesto tiene una gran familia y le gusta reunirse con ellos en Navidad, pone su casa para organizar la fiesta navideña. Termina gastando gran parte de su aguinaldo en abundante comida, bebidas, y música. Él piensa que lo más importante son esos momentos con la familia
El que gastes más en la fiesta no la hace necesariamente más divertida.
Consejo: el que tú gastes más no necesariamente hace que tu fiesta sea mejor. Recuerda aquellos momentos con tu familia que no olvidas y muchos de ellos tienen que ver con juegos de mesa, dinámicas, bailar, etc. Todo eso lo puedes resolver sin gastar demasiado.
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Alejandra tiene un grupo de amigas que prácticamente se reúnen en fin de año para hacer una cena, y siempre hay que entrar al intercambio. Alejandra sabe que debe pagar la tenencia de su carro entrando el año y no debería participar en el intercambio, pero le da pena decirles que no.
No sabemos decir que no a participar en todos los intercambios.
Que no te de pena decir que no entrarás a un intercambio, diciendo que ya estás en muchos y que tu presupuesto no te lo permite o proponiendo un intercambio de cosas con significado que no sean tan costosas.
Creemos que si le regalamos algo más caro a nuestros seres queridos demuestra que los amamos más. El gasto del regalo es directamente proporcional al amor que siento por ellos, pero si tu amas a alguien, lo que realmente demuestra el amor son los detalles que no se pueden comprar. El vaciar tus bolsillos para darles regalos no es lo que van a recordar de ti el día que no estés.
Si bien es cierto que lo que regalas es sinónimo de estatus, regala lo que puedes pagar y no compares tu capacidad económica con la de otros, tú debes regalar de acuerdo a tus posibilidades.
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Ana Paula tiene invitaciones a varias posadas, cenas con amigos de fin de año y por supuesto, la fiesta de Navidad y fin de año. El año pasado compró ropa para la temporada invernal, la ropa está en perfectas condiciones. Sin embargo, no quiere ponerse la misma ropa para las fiestas, por lo que va y gasta gran parte de su aguinaldo en renovar su closet.
Ser esclavo de las modas y las apariencias.
Utiliza algunos pequeños cambios a tu look y apariencia que te permitan no verte exactamente igual. Además, no todo mundo va a recordar lo que te pusiste el año pasado y si fuera el caso tal vez te estas juntando con la gente equivocada. Tus amigos no te deben apreciar por la ropa que usas, si no por quién eres.
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Miguel tiene tres hijos. En Navidad, una tía que viene de fuera para las fiestas, les trae regalos a sus hijos porque son sus ahijados. Eso le hace recordar que tiene algunos ahijados en la familia, y se siente obligado a también comprarles un regalo.
Presiones sociales para regalar
Consejo: que a ti te den regalos no quiere decir que tú también debas hacerlo. Sé que te sientes comprometido, pero recuerda que todos sabemos nuestras posibilidades y nuestras prioridades.