Si buscas éxito financiero para ellos, ¡esto te interesa!
Educar financieramente a los hijos es una de las responsabilidades más grandes que tiene un padre en su vida, ésta le brindará mayores probabilidades de éxito económico y profesional a una persona, que inclusive la educación universitaria.
¿No me crees? Haz la comparativa:
Una persona puede estudiar una buena carrera, ser gran profesionista con ingresos altos, pero si los administra mal, ¡terminará sin un peso!. Sin embargo, si una persona, aunque no haya tenido la oportunidad de estudiar más que la secundaria, pero entiende bien los conceptos de ahorro, de autocontrol y de presupuestos; probablemente va a llegar a ser millonario, aunque sea de un muy pequeño negocio. ¡Ahora imagina lo que puedes lograr combinando el ámbito profesional con un buen manejo del dinero!
Si quieres enseñar a tus hijos a manejar unas finanzas sanas, pero no sabes cómo, te presento cuatro tips con los que puedes empezar:
1. Hablar de dinero en el hogar, ¿bueno o malo?
¡Olvídate de los tabús! Hoy en día, en una relación, la comunicación lo es todo… Y la salud financiera no es excepción. Si entre los padres no hay cuentas claras de cuánto ganan o no saben cómo están sus finanzas, los hijos, obviamente nunca escucharán de planeación financiera en el hogar.
¡Este es un gran error! Porque los hijos van a pensar que hablar de dinero es “malo”, motivo de “pena” o incluso irrelevante.
Los mensajes que normalmente se mandan del hogar son dos:
- 1. No se habla de dinero en la mesa
- 2. El perseguir el dinero y ser ambicioso es malo
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Estos dos puntos llevan a que los niños no tengan conocimiento de la importancia del dinero hasta que empiezan a trabajar y ganarlo. Hasta que son adultos, se dan cuenta de que no tienen una cultura y educación financiera (demasiado tarde).
2. Fin de semana: vamos al cine, a comer, al parque, al centro… ¡ah! y de compras. ¿Algo más?
Para enseñar el punto de: no gastar más de lo que se gana, tendrás que plantearles a tus hijos que se debe respetar el presupuesto familiar. Pensarás que los niños tienen otras cosas por las que preocuparse, pero, más que preocupación lo puedes manejar como algo divertido y en lo que puedan participar.
Por ejemplo, si llega el fin de semana y van a salir, puedes anticiparlos con que tienen un límite de $1,000 para gastos entre todos. Entonces podrán decidir entre ir al cine, comer en un restaurante rico o comprar algunas cosas, que ellos puedan escoger ¡les será muy emocionante!
Explica a tus hijos por qué se debe tener un fondo para salir a divertirnos, y que, y si gastamos todo, mañana no vamos a tener para cosas importantes. El mensaje y la participación en el proceso de toma de decisiones y de la creación de presupuestos de gastos familiares, empezará a formar a tus hijos para que en un futuro entiendan que no se debe gastar más de lo que se gana.
3. ¡Quiero esto y lo quiero ahora!
Es sumamente importante enseñarles a tus hijos que las cosas no son rápidas ni fáciles. Sé que a veces es muy difícil negarles un juguete o dulce, sobre todo cuando hacen cara de perrito triste. Sin embargo, piensa en que, cuando sean adultos, eso no les va a resolver sus problemas financieros… (bueno, eso escaló rápidamente). Cada vez que les proporcionas algo fácilmente, desde la cosa más sencilla, solamente porque lo quieren y sin esforzarse, estás malcriándolos para unas finanzas sanas en su futuro.
Entre “más trabajo” les cueste a tus hijos conseguir algo que quieren, más autocontrol y disciplina tendrán en el mañana. Gran parte de los problemas financieros de una persona, tienen que ver con que no quieren esperar para poseer, porque desde pequeños nos enseñaron a que todo es fácil y rápido, por lo que terminamos cayendo en los tan horribles CRÉDITOS.
4. ¿Romper cochinito para comprar su primera bicicleta?
Al enseñar a tus hijos a separar dinero, cometemos el error de que los inculcamos a ahorrar sus domingos para comprar ese juguete que tanto querían, y se los festejamos. El error es que estamos educando el concepto de acumular para gastar.
Es importante fomentarles el guardar un porcentaje del dinero depositado en ese cochinito. Comienza con un 10%, aunque suene poco, le estarás creando el hábito de ahorrar, explícale que este le será de utilidad en el futuro, y no solamente para satisfacciones de consumo. De otra forma, cuando crezca, le va a ser muuuuuy difícil acostumbrarse a hacerlo.
Mucho de los mexicanos adultos ahorran, el problema es que ahorran para gastar, y cuando nos toca asesorar a alguien a ahorrar para invertir, no le encuentran sentido, porque siempre fueron educados para ahorrar para gastar.
Si eres consciente de lo importante que es educar a tus hijos enseñándoles el valor del tiempo y el dinero, te toca a ti empezar a practicar buenos hábitos financieros. No basta con decirles qué hacer y qué no hacer, si al final ellos ven en ti una práctica equivocada, la van a repetir, porque los hijos aprenden mucho más con el ejemplo que con las palabras. ¡Ánimo!